Ecosistema emprendedor

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 “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños,
haciendo cosas pequeñas pueden cambiar el mundo”
Eduardo Galeano 

 

Creo en la fuerza de lo que se une.

Creo que cada uno tiene una porción de la magia necesaria para transformar positivamente el mundo.

Creo que cada una de esas porciones es única y maravillosa y lleva en su interior el germen de lo que  se necesita para volver algo común en extraordinario.

Como las especias, que son magníficas por sí mismas… pero unidas en massala se vuelven inolvidables al paladar y al olfato.

Por eso creo fervientemente que en  la complementación  está la clave; en la capacidad de unir fuerzas para crear algo nuevo. Y en ese unirse hay mucho de adaptación, pero también mucho de identidad y autoafirmación. Es lograr algo nuevo sin perderse a si mismo, sino por el contrario, encontrándose en su real esencia.

Es un win-win. Sino, no es.

 

La felicidad de la generosidad

La verdadera libertad está en las raíces de quienes somos. Y esas raíces tienen su centro en el corazón, en nuestra capacidad de amar. Una capacidad que se traduce en generosidad, en comprensión, en escucha activa, solidaridad, diálogo, en acción consciente y en una necesidad imperiosa de ser parte de algo más grande.

La felicidad tiene su germen en nuestra capacidad de dar, no en la de recibir.

Por eso es tan importante educar a los niños en la cultura del compartir. Porque no es feliz quien más tiene (ya ven, al parecer en la cultura del consumo nunca se tiene demasiado) sino quien más generosamente se brinda y descubre en ese gesto de qué está compuesto el universo. Pero los niños, claro, no reparan en lo que decimos, sino en cómo nos movemos y somos en el mundo. Por eso es fundamental la coherencia.

Aquellos que se convierten en puente, trama, pentagrama, cuerda.. son los que consciente o inconscientemente están construyendo el futuro que soñamos.

El banquete del talento

Soy una gran enamorada del talento.  Amo profundamente esa capacidad de convertir en carne aquello que viene dado desde el alma. Todos lo tienen, pero pocos logran cruzar ese puente, materializar esa energía.

Estas últimas semanas he compartido la alegría de emprender. La fuerza de los talentos unidos. La firme creencia de que los sueños son para vivirlos y que para ello hay que arremangarse y laburar duro y parejo.

Invitada por Iru de Chicos y Papás quien tuvo  a su cargo la curaduría de la tienda de La Usina del Arte y la llenó de productos originales y adorables donde el eje no es el juguete, sino el juego. Me encontré con emprendimientos queridos y con algunos que no conocía y que sume ya a mis preferidos.

 

Estuve, también, en el exclusivisimo Show the room, un proyecto creado por Dani de Quiero mi Vinilo que nuclea a más de 30 emprendimientos en un cuarto ideal.

Aquel sábado  fue de risas, charla emprendedora, bloguera y maternal donde me encontré  y reencontré con emprendimientos di vi nooooossss. Les sugiero que pasen por la cuenta y vean qué maravilla de productos se nuclean ahí.

Estas locas estuvimos haciendo stories como si no hubiera un mañana, mientras comíamos cookies y cupcakes riquísimos (Pipón y Coucou ), charlábamos y la volviamos loca a Dani preguntando de quién era tal o cual objeto amoroso (ella siempre una sonrisa y una memoria asombrosa nos recordaba el emprendimiento y su IG)… si, todo junto. Glorias del ser multitasking.

 

Lo que todos buscan

Sin importar si son productos o servicios.

El cáliz sagrado del buen emprendimiento es brindar soluciones creativas donde antes nadie las había visto. La originalidad y el mimo por el detalle son dos de los factores más estimados cuando descubro a un emprendedor con talento.

Como por ejemplo Miss Pandora Emilce  con su reciente «creación» díganme si no es una maravilla este San Martín!!!!!!

O estas valijitas para jugar de Vuela libre vuela alto, una amiga de la casa.

Cuando descubro estas joyitas siento cosquillitas en el alma, no les pasa?

 

Juntos es mejor

Otra de las cosas que adoro es charlar con emprendedores, ayudarlos a encontrar soluciones creativas frente a los problemas que los aquejan.

A veces siento que no se valora lo suficiente todo el empeño que ponen en llevar adelante un proyecto, el estar atentos a los detalles, el buscar los tiempos y los espacios para hacer que todo funcione. Y es tan duro sentirse solo en ese día a día. ¿Verdad?

Fui invitada a participar en el 7mo Picnic Emprendedor donde les compartí algunos de mis tips de productividad a un grupo de lo más adorable. Mucho entusiasmo, muchas ganas de hacer, de crecer y, sobre todo, muchas ganas de sinergíar.

Aplaudo  con ganas estos espacios en los que se propician encuentros. Hay que tener más ganas de hacer, de sumar, de multiplicar esfuerzos. Un gran HIP HIP HURRA y que sigan las alegrías.

El salto

Fue a fines del año pasado que sentí­ la urgencia de volcar todo el aprendizaje y la experiencia que adquirí durante esto­s años de cursos y mentorías en actividades cara a cara.

Cuando uno comienza este sendero emprendedor nunca logra imaginarse del todo lo que puede llegar a dar y a recibir. Realmente es inconmensurable!! No dejo de asombrarme, les juro.

Como todo proyecto vivo: crece, se transforma y encuentra nuevos rumbos; siempre vertebrado bajo los mismos principios y teniendo por horizonte el mismo cielo.
Y este ha ido, como buen cronopio que es: de atrás para adelante.
Ahora que todos comienzan a incursionar en el terreno de los cursos online (instancia que AMO infinitamente y que seguirá a full, cada vez más y mejor Efecto Bling) a mi se me da por saltar al cara a cara.