Las 5 cosas que salvaron mi negocio

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Si bien emprendo desde que tengo memoria, la primera vez que encaré un emprendimiento con fines de rentabilidad económica y la idea bien definida fue hace un año. Muchos se asombran de que Efecto Bling sea tan joven, yo misma me quedo con la boca abierta de haber tenido casi 100 (97 está muy cerca ¿no?) alumnas y sesionistas (incluidos mis únicos dos alumnitos, caballeros dignos de admiración que soportaron los rosita y las florcitas como dos estoicos: gracias Martín y Lucas!!!!!!! son lo más chicos )

Muchos se asombran y creen que es una cuestión de suerte. No, aquí suerte no hay, acá hay trabajo duro y puro. Acá hay una cosecha de toda una vida. Un armar y rearmar, gestionar y reinventarse mil veces. Ayudó mucho haberme puesto a estudiar (súper autodidacta lo mío) algo de marketing, pero en especial comprender 5 cosas que, creo, fueron fundamentales para ver crecer este emprendimiento.

1. Por quién doblan las campanas

Necesito saber y conocer a  mi cliente potencial, pero necesito conocerlo en formato enriquecido!

Las personas no van por allí con una etiqueta en la cabeza que dice ABC 1, 2 o 3… las personas son seres totales y tengo que respetarlas como tales. Aprender a conocerlas, admirarlas, escucharlas hace una gran diferencia, no solo en tu negocio… sino en tu vida.

Ir por ahí con una red de pescador no queda muy sexy, tus futuros clientes no son pescados daaahh! Es más lindo ir por la vida sonriendo con mirada curiosa y abrazos siempre dispuestos. Porque después de todo el éxito no se mide solo en dinero acumulado, sino en posibilidades de crecimiento y aprendizaje compartido.

Solo dando sin especular (un muy buen medio es escribir regularmente un blog) logro generar el magnetismo suficiente para encontrarme con mis posibles clientes. Personas que aspiran a las mismas cosas y buscan justo eso en lo que yo me destaco.

2. Hacé foco!

Es fija, cuando las cosas no van tan bien tiendo a abrir la oferta, eso se siente como manotazo de ahogado, por ahí vas a pérdida la gente huye de las personas que lucen desesperadas.

Obviamente no siempre estamos en la cresta de la ola, muchas veces nos aquejan las urgencias económicas (a quien no chicas!!!), pero andar llorando por las redes sociales o dar lastima no es la solución… sino el problema. Cuando las cosas no salgan tan bien, pero haya algo dentro tuyo que te diga que solo es cuestión de tiempo: dale para adelante, invertí tiempo y/o dinero en un lindo blog-sitio web, mejorá tu gráfica, mejorá tu discurso, lucite! El éxito o el fracaso es en gran parte una cuestión de actitud.

No podés venderle tu servicio o producto a todos… concentrate mejor en el nido que mejor se te da, tratá de conocerlo mejor, mimalo, cuidalo. Ya habrá tiempo de expandirse.

3. Elaborá una estrategia exponencial

Listo, ahora sabés a quien venderle. No corras desesperada a ofrecer lo tuyo así como salga. Pensá, armá una pequeña estrategia y marcate plazos de corto, mediano y largo plazo. Tampoco te quedes durmiendo la siesta eterna! jajajaj el justo medio entre el perfeccionismo y la improvisación… esa es tu respuesta.

Por ejemplo, si yo hubiera salido a vender cursos apenas comenzaba el blog lo mio hubiera sido un rotundo fracaso. No porque no se me dieran los cursos, no porque la gente no quisiera aprender conmigo sino y simplemente porque el público al que iba dirigido no me conocía demasiado (había hecho nido en un medio hostil, lejos de mis potenciales amigos-clientes). La gente quiere saber a quién le confía su dinero y su tiempo. No te parece obvio?

Primero viene la visibilidad, luego la confianza en tu capacidad o en la calidad de tu producto y finalmente las ventas. Así, en ese orden!!

4. Saquen una hoja!

Epa! jajajaj esas tres palabras son shockeantes no? Más shockeante puede ser perder tu negocio por no permitirte evaluar tu desempeño. No hay que esperar el final de los tiempos para evaluar tus metas y tus logros. Hay que poder hacerlo sobre la marcha, ver qué funciona y qué no. Intuir qué producto o servicio probar primero.

Yo estoy re feliz, porque en el formulario abierto para elegir el próximo curso de Bling! y en donde investigo una serie de puntos neurálgicos para mi emprendimiento, los que eligieron pagar el mayor rango de precios han hecho ya cursos o asesoría conmigo. Eso me dice que voy por el buen camino, que existe una relación entre mi esfuerzo, mi conocimiento, mi compromiso y lo que las personas perciben de mi. Claro que no siempre todos estarán felices con tus servicios o tus productos… pero si hacés un análisis detallado, seguramente no sean personas que entren dentro de tu «target». Ojo, con esto no quiero decir que hay que andar sacando tarjeta roja!!!!!! por diorrrrrrr. Con esto quiero explicarte que andar buscando clientes por cualquier lado puede terminar por jugarte una mala pasada a la hora del promedio.

4. Innovación

Innovar es resignificar, reinventar, rediseñar, reamar. No te ates a hacer siempre las cosas de la misma forma, no copies, no tengas miedo de ser distinto.
De la distinción nace el glitter que estás buscando. ¿Querés un ejemplo? Mirá este video

La yapa!

Gracias a que seguí mis propios consejos estoy súper feliz, no porque sea una empresaria exitosa… sino porque siento que soy una mujer plena.