[Este post viene con canción]
«Hay que sacarlo todo afuera, como la primavera
Nadie quiere que adentro algo se muera»
La primavera viene con aires nuevos y la esperanza de un tiempo mejor. Todos quieren hacerle lugar a lo nuevo y a lo mejor, así que toca limpiar. Sacar de nuestras vidas todo lo que ocupa espacio o tiempo y no suma.
Los sueños no son la excepción.
A veces llevan con nosotros tanto tiempo que los creemos parte de nuestra naturaleza. A veces vienen en forma de mandato, a veces en forma de fantasía. Esos son los que hay que dejar ir. Son sueños que no construyen, que impiden, confunden, desalientan.
Para poder hacer una verdadera limpieza de primavera hay que sacudirnos los sueños y dejarlos al sol. Dejar cerca de nuestro corazón los que nos alientan a superarnos y los que se pueden convertir en propósitos…. y a los demás: dejarlos ir.
Los sueños que nos definen (mal)
Hay sueños que más que sueños son pesadillas. Visiones equivocadas de quien somos o cuánto valemos. Tanto tiempo cargamos ese sueño que termina por definirnos. Nótese que hablo de sueño y no de realidad… si luego de tantos años no lo hemos podido concretar, ese sueño es una pesadilla, un yugo innecesario en nuestras vidas.
El sueño de ser una acróbata rusa, ponele (siendo yo de Recoleta 😛 )
Ese sueño me acompañó desde que tenía 5 pero nunca hice nada con eso ahora tengo 60 y evidentemente las únicas acrobacias que me puedo permitir son: bajar del subte en movimiento o esquivar una «regalito» perruno. Obviamente no pienso en mi sueño de «ser acróbata» como un yugo… en realidad ni me acuerdo que lo tengo. Pero está allí, latente… y sale a flote cada vez que me propongo algo: «mmhhh estás segura que vas a poder?» ese sueño que no fue es mi peor enemigo: se la pasa sembrando duda y socabando mi autoestima.
La acróbata que no fue, le hace la zancadilla a la artista que quiere ser. Y ni siquiera me animo a empezar o dejo a la primera dificultad.
Hay que desactivar estos sueños truncos, estos sueños que no fueron (por desidia, porque no eran propios sino prestados o, simplemente, porque no tenían que ser). Bajar la tensión interna y alivianar la carga.
Los sueños de otros
La sociedad, la familia, mi novio, mi emprendedor favorito… podemos estar viviendo en busca del sueño de otro. Nos probamos una y otra vez la zapatilla de cristal con la ilusión que esta vez nos vaya. Hacemos esfuerzos desmesurados, dejamos de Ser, nos prometemos que esta vez será distinto. Y ante cada fracaso nos embarga un profundo desasosiego.
¿Te cuento un secreto? Cuando las cosas salen siempre mal, cuando no sos feliz y la vida te pesa… Seguramente estás viviendo el sueño de otros. Confundiste sus deseos con los propios o buscas agradarles para sentirte amada. Pero amiga, nadie ama a aquel que no se ama a sí mismo!!!
¿Te cuento otro secreto? Vos podés liberarte de esa sensación de inadecuación, solo tenés que soltar esos sueños que no son tuyos y tomarte un momento para encontrar los propios. ¿Cómo sabés que son los correctos? La intuición te lo va a decir, pero para ello hay que sacar la atención de las voces de los demás y escuchar la tuya propia.
Hay un destino luminoso para cada una. Un destino que forjamos y que nos pertenece. Un destino que nos ayudará a crecer y estar cada vez más cerca de Ser.
Los sueños que se vuelven envidia
¿Sabés cuál es el termómetro de la envidia? La alegría o no frente a los logros de los demás. Estás bastante afiebrado cuando te enojás o te entristeces por los logros ajenos… pero necesitás urgente un paliativo si lo que te surge naturalmente es la crítica.
El envidioso es un ser que sufre. Un ser que elige la pasividad y la reacción frente a las cosas de la vida. Es un tipo o una tipa cómodo/a. Está tan ocupado observando la vida de los demás que se olvida de vivir la propia, por eso se siente vacío.
Si notás que tu temperatura sube, comenzá a analizar tu vida y amarte un poco más. En vez de mirar afuera, comenzá a mirar adentro: cuáles son tus verdaderos sueños? Qué te haría realmente feliz?
Los logros de los demás deberían ser tu motor y no tu freno.
Soltá esos sueños que no fueron y que te hacen envidiar a todos los que lo logran. Buscá sueños nuevos, frescos, aromáticos, llenos de colores que alegren tu vida y te devuelvan la sonrisa.
silvinaz
Cómo me gusta Septiembre! a limpiar se ha dicho 🙂
Cin
jajajajaj yeahhhh a limpiarrrr !!!!!!!!!! 😀
Cale
Qué bueno este post… creo que no había pensado en que los sueños truncos (por más que sean lindos en sí) pueden determinarte. Voy a investigar a ver qué encuentro por acá adentro, jaja.
Limpieza siiii!
Beso y buen finde
Cin
Hola Cale!!
Bienvenida a Efecto Bling!!!
Viste? uno piensa siempre en las cosas feas… pero todo lo que te ata no te deja crecer. A limpiaaaarrrr y soltar 🙂
Abrazoooo