No importa si escribes un libro, artículos de ciencia, de moda, experiencias, tutoriales o recetas de cocina. Seguro te pasó o te pasa: hay días que te quedas en blanco, con una especie de constipación creativa que te pone de malhumor.
El bloqueo del escritor es una realidad que nos toca a todos los que nos dedicamos a escribir. Llega un momento en donde la rutina, los nervios, el cansancio nos juega una mala pasada y sentimos, creemos o pensamos que ya no tenemos nada interesante que decir.
Por eso son tan positivas las temporadas de desconexión. Correrse de lo rutinario y ver las cosas desde otro lugar.
Aquí recopilo 7 consejos que escuché, leí, me contaron y apliqué con éxito:
1. Escucha música
Qué vas a encontrar aquí
Todos saben que la música puede ser una gran fuente de inspiración y muchas personas encuentran que un fondo musical puede ayudarlos a crear. Yo recuerdo estar escuchando una música china con chinchines y sentirme inspirada a escribir: «La sombra y la luciérnaga» de un tirón. El concepto del cuento se fue desarrollando al son de la melodía.
Aquí mi pequeña contribución a tus inspiraciones.
2. Saltéate una sección
Sep, como cuando estamos en medio de un examen y no sabemos una respuesta. Quedarnos dando vueltas sobre lo mismo implica no avanzar. A veces hay que saltearse ese capítulo o ese concepto… dejarlo para después. Avanzar es una buena manera de romper el ciclo de bloqueo y sentido de frustración.
3. Tómate una siesta de cafeina
Esta es medio delirante, pero funciona! jajaj unos cientificos locos de UK llegaron a la conclusión que tomarte un café y dormir una breve siesta de 15 minutos aumenta no sólo tu productividad, sino que le pega una patada al bloqueo de escritor. ¡Creer o reventar!
4. Conviértete en alguien famoso
Bue, no te me quedes mirando así… me refería a buscar citas de pensadores o gente famosa y escribir acerca de lo que te hacen sentir… entablar una especie de conversación con el autor. Este ejercicio es muy útil, porque muchas veces el bloqueo de escritor está relacionado con un bloqueo emocional o un exceso de seriedad. Jugar, representar un papel (como escritor) es una buena manera de desdramatizar el asunto.
5. Cambia de escenario
La rutina puede ser de ayuda para el trabajo del escritor. Pero también puede ser una cárcel. Cuando sintamos que no se nos cae ni una idea… vayamos a dar una vuelta, a un parque, al balcón, a tomar un café, a caminar.
Si por algún raro motivo no nos podemos mover de donde estamos (siempre es bueno moverse, se oxigenan las neuronas!)… nos pegamos una vueltita imaginaria y recorremos lugares inspirados
[chismea el tablero «Mis lugares en el mundo«]
6. Relájate!
Si bien es muy positivo nuestro sentido de responsabilidad, no podemos vivir con un exceso de exigencia y perfeccionismo. Es inhumano!!
Pensemos que nuestro punto de vista es válido y le aporta color al tema que elegimos abordar. Confiemos en nuestro valor y en nuestra capacidad. La experiencia es uno de los grandes capitales que tenemos ¿se habían puesto a pensar en ello?
7. Escribe acerca de algo más
Escribir es un ejercicio excelente para ser escritor. Si nos encontramos varados en ideas para nuestro libro o nuestro post… escribamos sobre cualquier otra cosa: una reseña de un libro que amemos, una receta de cocina -en formato literario, poético, cómico, religioso- Esa es una de las mejores maneras para levantar nuestra autoestima e poner en movimiento nuestra creatividad.