Santayana

Llegó septiembre y con él revive la oportunidad. En realidad cada día es una oportunidad, pero el cambio de estaciones nos hace caer en la cuenta que la vida transcurre, queramos o no.
Vaciar y reacomodar los placares, probarse ropa del año anterior; son cosas que movilizan aún cuando no reparemos en ellas.
¿Te fijaste? No importa en qué hemisferio estés, la nueva estación te trae una sensación de felicidad: un poco de fresco a los días demasiado calurosos; un poco de color a los días grises.
La primavera y el otoño señalan dos estados contrapuestos, nos recuerdan que las hojas que hoy nacen en un tiempo ya no estarán; y que las hojas que hoy caen serán remplazadas por otras en algún momento.
Aceptar y confiar, las dos palabras claves del momento.
Aceptar que todo cambia, incluso yo.
Confiar que las cosas se acomodan siempre para que pueda encontrarme y encontrar mi propósito.
El proceso de la oruga
Qué vas a encontrar aquí
La oruga nace oruga, pero tiene en sí la capacidad de convertirse en mariposa. Si bien es algo que trae en su naturaleza, no surge de forma espontánea: requiere de un proceso y un esfuerzo.
La oruga crece y come. Come y come. Muta varias veces de piel para seguir creciendo y alcanzar la madurez.
Luego, cuando siente que ya es el momento, la oruga arma su crisálida. Necesita concentrar sus energías para transmutarse, para re-encontrarse con su esencia.
El proceso ocurre en el interior y solo puede ser visto el resultado de ese arduo trabajo cuando lo que fue oruga se muestra como mariposa.
El proceso individual del emprendedor
La oruga nace oruga, como el emprendedor nace emprendedor. Hay algo en su ADN, una serie de cualidades o dificultades inherentes a su naturaleza y a su medio ambiente que lo hacen ser quien es. Quizás él aún no lo sabe. Puede que se vea gusano, puede que se crea polilla. Pero si sigue intentando lo suficiente, si sigue creyendo en sus potencialidades, si es lo suficientemente inteligente para aprender lo que haya que aprender, renunciar a lo que haya que renunciar, defender lo que haya que defender… si nació para mariposa, será mariposa.
Hay emprendimientos que salen mal, es verdad, pero eso no debería ser el fin del mundo. A veces es tiempo de mudar de piel (renunciar, dejar ir a ese proyecto o a esa idea) y seguir comiendo (aprendiendo) para crecer. Lo que separa a una oruga de una mariposa es el tiempo y el esfuerzo. Las cosas son cuando tienen que ser.
Cada una de nuestras experiencias es un punto de conexión en el entretejido de la vida. Nada, absolutamente nada sucede por azar. Si ya hemos vivido varias década y miramos hacia atrás, veremos que cada una de las situaciones por las que hemos pasado nos han traído a este presente.
De la misma manera, cada una de las acciones u omisiones de hoy, construyen el futuro que nos espera. No es nada dado, sino que es construído por nosotros mismos.
Si la oruga se aferrara a su piel original, nunca se convertiría en mariposa.
Si nosotros nos aferramos al pasado, a sus dolores o a sus glorias… quedaríamos atrapados sin posibilidad de convertirnos en lo que verdaderamente somos. El temor anula nuestra capacidad de Ser… no lo dejemos!
Aceptar y confiar.
La crisálida
Un emprendimiento mariposa es aquel que ha pasado por los distintos procesos hasta descubrir cual es su esencia peculiar. Cada cosa que has hecho es un fragmento de tu Yo total. Si te apasionó la arquitectura, luego la jardinería y ahora el crochet… la clave es poder sumar tus pasiones en un nuevo y particular brillo. Cada conocimiento atesorado, cada experiencia vivida va definiendo la esencia de tu emprendimiento, forma parte de lo que lo diferencia, lo que lo hace único, lo que le da relieve.
Para poder convertir tus pasiones en un nuevo y particular brillo es necesario un periodo de crisálida. Tenés que reconcentrar energías, mirar hacia adentro, procesar experiencias y reencontrarte con tu súper poder. Vos sos: vos arquitecta, vos jardinera, vos tejedora. Sos todas esas vos, y a la vez, sos más que esas vos.
Para que todo eso cobre sentido tiene que ser reconvertido. No son las capas de una cebolla, no van unas sobre otras. Hay que crear algo nuevo. Una síntesis perfecta, una fórmula exclusiva.
En el periodo de crisálida olvidate de la competencia, de la moda, olvidate de lo que hacen los demás. Silenciá las alertas de Google, las redes sociales, las búsquedas y las lecturas de blogs de la competencia. Centrate en lo que te hace feliz.
Ya leíste todo lo que tenías que leer, investigaste todo lo que tenías que investigar, exploraste todo lo que tenías que explorar, te golpeaste todo lo que te tenías que golpear. Ahora toca crear… y no se crea de la nada o con materiales externos, no, no, no. Se crea con lo que se ha logrado atesorar y aprender, con lo que traemos y con lo que hemos logrado cultivar.
La sensación durante la última parte de este periodo es una mezcla de ansiedad y certeza, alegría y plenitud.
El tiempo y la realidad dirán si nos hemos convertido finalmente en las mariposas que vinimos a ser o si era solo otra piel que mudar para seguir creciendo.
¿Lista para convertirte en mariposa?
Del 8 al 30 de septiembre voy a estar eligiendo a una de mis #chicasbling para ayudarla a avanzar en su proceso emprendedor . Participan todas las alumnas, sesionistas y/o compradoras del programa 52 semanas Productiva y Feliz.
Esperen coordenadas en sus e-mails. Suerte para todas !!
¿Todavía no sos alumna Bling? Tenés dos oportunidades
- Social Power {Redes sociales para emprendedoras}
- Bootcamp Emprendedor {vení con una idea, volvete con un emprendimiento que enamore}