Sos blogger, sos emprendedora… empezaste hace poquito o estás por dar el gran salto de fe?
Este post es para vos!
Sembrar el almácigo
Qué vas a encontrar aquí
El mes pasado participé de uno de los fantásticos Workshops que organizan las chicas de Compañía Botánica en Möoi (mención especial a la exquisita torta sin gluten, Jessi sos muy muy genia).
Ese día, además de divertirnos muchísimo, sembramos semillas para armar nuestra propia huerta y transplantamos una aromática. Al día siguiente salí de viaje y le dejé mi mini-huerta (en proceso) y la menta transplantada a Marce.
Al volver de viaje, Marce (gracias amigaaa!!!) me dice: » la regué, la puse al sol… pero no brotó nada aún» (sobre la mini huerta), «creció un montón» (sobre la menta).
No les voy a mentir, me alegré un poquito por la menta y me desanimé bastante con la mini-huerta. En Instagram veía los avances de algunas compañeras de worshop y la contraposición con mi huevera de tierra húmeda y aparentemente vacía era muy muy fuerte.
Pero hice lo que hago siempre en la vida: me sacudí el desasosiego y puse manos y corazón en acción.
Hoy quiero compartir este proceso de aprendizaje con vos, no es que me convertí en una jardinera experta (que hay muchas y muy muy buenas en el mundo emprendedor), pero creo que la analogía que observé te puede ayudar a ver las cosas de manera más natural y simple.
1º Le di la bienvenida a mi casa
A un emprendimiento, a un hijo, hay que darle la bienvenida en tu corazón, a un blog también. No hay que llenarse de estrategias y planificaciones a 5 años… hay que abrazarlo y darle amor, aceptarlo como parte de la familia y como parte de tu vida de aquí en más. Si querés un blog/emprendimiento que enamore, enamorate primero vos de él. Si no te enamorás, por más estrategias que le metas, va a ser un blog/emprendimiento hueco… pura espuma, pura huevera «vacía».
Muchas emprendedoras, profesionales o artistas sacan su blog y comienzan a publicar «porque se supone» que deberían hacerlo. No, no, no y no!!!
Perdoname que te pinche el globo marketinero, pero:
- si no tenés (o aún no encontraste) nada interesante que decir
- si no te apasiona
- si no podés correrte del eje de la ecuación bloguera y TODO lo comunicás estilo autobombo y un poco hartando.
Entonces … vas camino al desánimo y al abandono.
¿Querés durar? ¿Querés crecer? No hagas las cosas «porque se supone» que las hagas. No hagas las cosas especulando acerca de los resultados.
¿Te comparto lo que aprendí ( mucho de esto a los porrazos eh!) en estos 14 años de bloguear?
En el sendero bloguero (vale igual para emprender) hay que sembrar, dar-acompañar y saber esperar.
Al principio no son grandes frutos los que cosechás, pero si ponés todo tu amor y te focalizás en lo que tenés para ofrecerle al mundo; si regás sin ahogar y mimás sin asfixiar… tarde o temprano vas a ver tus primeros brotes.
Y creeme que es taaaan emocionante!!
2º Lo acepté tal cual era
Andar comparándote con el resto, queriendo parecerte a tal o cual porque tuvo «éxito»… torturarte porque tu emprendimiento no crece «como debería» no suma, resta.
Comparado con otros, tu emprendimiento o tu blog puede parecer que no vale la pena y comenzás a dudar en continuar… pero en realidad, hasta que no asoman los primeros brotes no tenés ni idea lo que tenés entre manos.
La ansiedad mata las buenas cosechas.
Un roble no nace de un día para el otro, un perejil (creemelo!) tampoco.
Focalizate en tu propósito, informate y capacitate, observá y aprendé, respirá, se constante, poné lo mejor de vos… tené paciencia. Y en especial: no esperes cultivar algo distinto a lo que sembraste.
3º Lo cuidé con esmero
¿Alguna vez le prestaste atención al árbol de tu cuadra? ¿Pensaste que sería bueno abonar un poco la tierra o darle unos abrazos (cuando no hay nadie en la parada del bondi que está justo al lado)? ¿Tenés registro de cada hoja nueva o de cada hoja caída?
Cuando las cosas ya están creciditas, le prestamos menos atención a los detalles. ¿Te diste cuenta?
¿Pero qué pasa cuando acabamos de sembrar una semilla en un almácigo?
Vamos cada día a ver si ya se asomó el primer brote, la vaporizamos, la ponemos al sol, la quitamos del frío, le hablamos, nos desesperamos un poco…
Pero, por más que queramos, pateleemos u ordenemos, cada semilla tiene su tiempo de germinación. Aceptar esto LO ES TODO!
Cada etapa tiene un proceso y un tiempo que hay que aprender a conocer y amar.
4º Me concentré en el presente y en lo necesario
Algunos confunden semilla con corteza, y brote con árbol.
Creen que necesitan un terreno en el fondo de la casa para sembrar una bellota, y en realidad un roble comienza siendo un brote y una plantita «como cualquiera». Se apuran por tener todo lo necesario de acá a 15 años… en vez de disfrutar del proceso.
No digo que no haya que tomarse un momento para planificar y generar alguna estrategia, esos son factores necesarios si queremos que nuestro emprendimiento sea más que un hobbie. Pero no creo (y esto, por supuesto, es muy personal) en anticiparse desde la imaginación o la fantasía.
No necesitás mil empleados, ni una oficina en un piso de Puerto Madero, no necesitás un local en un barrio top, o una sucursal en Praga, no es imprescindible salir en la Oh lalá… creeme que no necesitás nada de esto. Está buenísimo si esas cosas suceden, (pegamos un salto de emoción y nos late con fuerzas el corazón) pero no las necesitas. Si estás esperando toooodo eso para sembrar tu emprendimiento, te vas a llevar una gran gran desilusión.
Prestá atención: los grandes emprendimientos comenzaron siendo buenas ideas, grandes intensiones y mucho laburo. Después vino todo lo demás.
En el emprendimiento como en la vida, hay que ir paso a paso.
Observar cuáles son las cosas imprescindibles y concentrarse en lo que depende de uno. Conocer los procesos, los requerimientos, las técnicas, aplicarlas y darle tiempo y espacio para que el proyecto nos de sus primeras hojitas. Cuando sea su momento.
Claro que si estás pensando ser una multinacional este blog no es para vos. Hay muchos otros y muy buenos que te darán las fórmulas que estás buscando.
Bling no es un semillero de grandilocuencia y cultivos transgénicos. Acá no queremos ser famosos ni millonarios, acá queremos vivir de lo que amamos y ser felices con la vida que logramos germinar.
En Bling queremos simplificar el emprendimiento y tener siempre presente hacia qué sol nos orientamos (nuestro propósito), queremos tener una vida extraordinaria. Una vida que disfrutemos vivir.
Andrea
Absolutamente genial… Gracias! Justo lo que necesitaba leer.
Silvia
Muy bueno, Cin. La analogía que usaste con la botánica es genial. A veces necesitamos una bajada de línea que nos permita conectarnos con la naturaleza misma de las cosas (valga, el juego semántico), porque, en definitiva, acá se trata de crecer en el sentido más radical del término; entonces, entre el crecimiento de un proyecto personal y el de una planta la diferencia no es tanto de naturaleza como de grado.
Una pregunta, donde dice worshop, debió decir workshop, ¿o aquel es el nombre que efectivamente se le dio a las sesiones de Möoi?
¡Buen fin de semana!