Siempre fui una mina organizada.
Me gusta planificar, jerarquizar, fjarme metas de largo, mediano y corto plazo. Me encantan las agendas, las lapiceras con brillitos y los post it … pero llevar adelante un emprendimiento (imaginate 3!!), una casa, un matrimonio y la maternidad…bueno, eso es OTRA cosa!!
La maternidad fue un quiebre a mis status quo; un quiebre positivo, pero quiebre al fin. Entre la depresión post-parto (malditas hormonas), mi mentalidad «todo lo puedo, y lo puedo ya» y el adiós definitivo a «estos son mis tiempos» , sobrevino una hecatombe emocional-productiva sobre la que decidí tomar cartas en el asunto.
5 pasos para retomar el control de mi vida
1º: Me relajé!!
Para algunos de ustedes esto puede ser una pavada… para el resto de nosotras: es una revelación!
2º: Fijé prioridades.
Es esencial lograr una coherencia entre tu escala de valores y tus elecciones. Todo no se puede, hay que aprender a elegir y aceptar con serenidad las consecuencias de esas elecciones. Madurar, bah!
3º: Comprendí que la vida es un continuo fluir
Que hay cosas que van bien planificadas, y cosas que no. Que «decretar» y «plantear intenciones» son la diferencia entre el dolor y la felicidad.
4º: Que si un día no puedo o no quiero…
No pasa nada!!! Esto, claro, viene a colación de mi personalidad hiper-responsable. No aplicable a personalidades «hiper-laxas» ejem, ejem…
5º: A abordar mis proyectos de 1 a la vez
No es necesario abandonar tus sueños. Sólo es necesario aprender a gerenciarlos y secuenciarlos.
Armando mi propio universo productivo
Como soy bastante proactiva comencé a leer los consejos de los gurues de la productividad. Algunos me fueron muy útiles y otros no me funcionaron.
Tras el desconcierto, descubrí que lo que le funciona a los hombres, no siempre nos funciona a nosotras. Cosas como «aislese en una habitación y desconectese del mundo…» no es algo que funcione a una madre que, por más de que su bebé esté a 3 kilómetros, sabe el momento exacto en que le toca la teta.
Bueno, al menos no me funcionó nunca a mí.
Admiro la facilidad que tienen los hombres para, por ejemplo, desconectarse de su entorno. Su atención se focaliza como un rayo, sin importar mujeres que hablan, niños que lloran o adolescentes que piden dinero. Increíble! Aunque muy poco probable en mí.
Yo necesito estar conectada 24×7. Conectada con mi entorno, con mis emociones, con las obligaciones domésticas, con mis pasiones. Conectar! esa es mi palabra clave. ¿Cómo? Uno puede focalizar sin desconectar? Si, se puede!
Otra cosa que no me funciona es rellenar 35 planners para poder iniciar una acción. Si hay algo que hacer, se hace!! Mi día a día se basa en 1 planner, sólo uno, en el que resumo desde la agenda, hasta las comidas, pasando por las tareas y los post para publicar.
Lo que sí me funciona: el midfullness productivo, el perdón, la conciencia que lo único permanente es el cambio, el menú semanal, la meditación, la libretita, los abrazos, el mate…
Simplificá tu vida
Lo que nos ata, lo que nos pesa, ese sentimiento de frustración continuo, ese hacer y hacer sin sentido… todo eso puede desaparecer en un abrir y cerrar de ojos. Generar hábitos productivos, idear estrategias de aproximación a la resolución de conflictos. Sí que se puede!! Con hijos, sin hijos; con un trabajo fijo, con un emprendimiento; con marido, sin marido; siendo profesional o ama de casa. Sí, se puede!!
Me encantaría poder compartir con vos mis secretos de productividad y organización, mis estrategias para llevar adelante 3 emprendimientos (1 propio y 2 compartidos), 5 blogs, una casa, un matrimonio y la maternidad full time sin patear paredes ni agitar las manos más de lo estrictamente necesario!! jajaja.
Elias Fraire
Felicito ampliamente a la autora de este post, igualmente el blog es una auténtica mina de conocimiento.
Gracias, los hombres tenemos mucho qué aprender.
Cin
Muchas gracias Elías!!!
Los hombres y las mujeres tenemos mucho que aprender, en especial a conocernos, valorarnos tal cual somos y complementarnos. Bienvenido a Efecto Bling! 😀