Muchas veces uno se tira a la pileta sin medir consecuencias, otras veces se la pasa planificando tanto que el agua termina por evaporarse y ya es infructuoso tirarse. De cualquiera de las dos formas hay fracaso en puerta: por ser demasiado impulsiva o demasiado perfeccionista.
Que eso no te pase.
Antes de largarte a emprender como única fuente de ingreso: fíjate si tienes resto con el que vivir. Para eso es fundamental que tu negocio sea rentable, si aún no lo es fíjate metas de corto y mediano plazo… hasta que lo sea.
Una cosa es ser valiente y otra cosa es ser tarada. No nos engañemos.
Hay distintos tipos de rentabilidad (la emocional, la espiritual, por ejemplo) pero hoy vamos a hablar de la que todos conocemos: la rentabilidad financiera o dicho en criollo: este negocio… ¿me deja ganancia?
Obviamente en los primeros tiempos hay que remar y remar, ser constantes y pacientes pero, sobre todo: flexibles.
Poner la rueda en movimiento lleva tiempo y energía pero, si estamos orientados, las acciones que emitimos volverán en forma de clientes, oportunidades y/o sinergias.
Con los pies en la tierra
Qué vas a encontrar aquí
Para tomar decisiones es imprescindible analizar los costos y los beneficios derivados de las mismas. Por lo general los que no somos expertos lo planteamos en términos de pros y contras, en cuestiones económicas si tenemos que tomar una decisión financiera o de emprendimiento diríamos:
Si voy a gastar X dinero y/o tiempo-energía en esta cosa para ganar Y beneficio monetario (o de otro tipo) debería ser de tal forma que, por lo menos, no gastemos más de lo que vamos a recibir, es decir no salgamos perdiendo. 😛
Es más simple verlo en cuestiones tangibles: tengo X costos de producción, insumos, luz o gas, cargas sociales o monotributo, branding, etc, etc … mi producto tiene un costo de X$, le agrego lo que me gustaría ganar y taraaa ahí tenemos el beneficio, es decir: mi producto vale Y$.
Se hace más complicado cuando uno vende servicios, porque en ese caso uno debería poder saber cuánto vale su hora de trabajo y cuántas horas de trabajo necesitaría para poder cubrir sus gastos y obtener una ganancia [podés utilizar esta herramienta para calcular cuánto vale tu hora de trabajo].
5 estrategias que aumentarán tu rentabilidad
1. Reducir costos:
Buuhhh me dirás, yo quiero hacer productos de calidad. Genial!! no reduzcas costos en materiales, redúcelos en otras cosas.
A ver: es necesario que tengas una oficina? Que tu packaging sea tan costoso? Que tu cadena de distribución no solo no te deje ganancia sino que te haga perderla?
Revisa toda la cadena de producción y venta y fíjate en qué estás gastando más de la cuenta. Analiza luego cómo se puede reducir costos y rectifica.
Te tiro un ejemplo: tengo un packaging precioso que me sale una fortuna, me sale incluso más que el producto en sí. Pregúntate cómo puedes reducir ese costo: quizas siendo creativa, armando un sello en vez de etiquetas, usando papel de descarte en vez de cartulina de 250gr, incluyendo en el envío un detalle personalizado que el cliente disfrutará más que un packaging que, por más hermoso que sea, su destino será reciclarse o ir directo al tacho.
En esto, como en todo en la vida, hay que saber qué batallas librar. De a una a la vez mejor!!
Ofreces servicios: necesitas una secretaria virtual? necesitas un centro de atención telefónica? Ojo, puede que sí, que necesites que alguien gestione todos los pedidos y está fantástico!! Pero si vendes un producto o servicio artesanal en pocas cantidades, ahórrate esto hasta que tengas mayor rentabilidad.
A todos nos encanta comprarle a gente que se rompe el lomo antes que a las grandes marcas… bue, a todos los que sabemos lo que implica emprender y remarla día a día; y si tu producto es excelente: a todos y todas!!!
Pst! Con esto los que hacen packaging o son secretarias virtuales me matan… jajajaj pero tienen dos opciones bien validas: buscar su nido de clientes en emprendedores consolidados o empresas con mucho margen de ganancia u ofrecer un producto o servicio más acotado y sencillo, que sea redituable para ustedes y consumible por parte del pequeño emprendedor. Es un win-win.
2. Sistematizar
3. Definir tu nido
Todos hablan de nicho a mi ese término me da cosita (me suena más a muerto que a oportunidad) así que así, de pura caradura que soy lo rebautizo «nido».
Un nido es un lugar en el que empollar ideas y oportunidades para que luego, cuando sea el tiempo, se larguen a volar.
Uno de los mayores problemas que solemos tener es que queremos ser todo para todos y eso es imposible!!!!!!!!!!
Si pones un huevo en cada canasta cuando llegue el momento de empollar es posible que no nazca ningún proyecto por falta de calor (energía). Siguiendo con el asunto emplumado: «más vale pájaro en mano que cien volando».
No tienes que tener miedo de cerrarte ante potenciales clientes, los clientes correctos llegarán si direccionas correctamente tu comunicación del producto o el servicio que ofreces.
Mientras más frentes abras menos energía vas a poner en cada uno.
Siempre les recuerdo a quienes hacen mentoría conmigo que no se puede conformar a todos. De nada nos sirve tener 30 mil seguidores en FB si la mitad son adolescentes o personas de otros paises y yo vendo bolsas de agua caliente en Argentina. ¿Se entiende? En esto como en todo: menos es más.
Si definimos nuestro cliente ideal y comunicamos correcta y constantemente, incrementaremos muchisimo nuestra rentabilidad, porque aquel que se acerque será el que esté realmente interesado.
4. Escabilidad
La escabilidad de un negocio implica invertir menores recursos y obtener mayores beneficios. Debes encontrar cuál es tu posibilidad de escalar tu negocio. Te pongo un caso de en que se logró escalabilidad y un caso en el que no:
Escalable: Doy sesiones personalizadas, eso requiere una inversión de parte de quien las toma y una inversión de tiempo y energía de parte mía. Es un esquema 1 a 1. Mi manera de escalar son los cursos online: tienen un costo inferior para quienes lo toman, pero puedo llegar a más personas en la misma cantidad de tiempo, este esquema 1 a muchos puede replicarse cada vez que repito el curso con nuevos alumnos. En mi caso personal me gusta revisar los contenidos y rediseñarlos de acuerdo al grupo, pero la lógica dice que el mismo contenido generico debería servirle a muchas personas por igual ,siempre (ya les dije que no soy 100% lógica no? jaja).
No escalable: Mr L da clases de cocina a domicilio. Su modelo es de 1 a 1. Su cantidad de tiempo y energía disponible es limitada. Y seguramente llegue un día en el que el amor a la cocina se vuelva hartazgo.
Solución: cómo podría volverlo escalable? cobrando un poco menos por clases grupales en su casa o en la casa de un amigo con cocina grande. Incluso si ofrece este sistema puede incrementar más los valores de las sesiones personalizadas y hacerlas realmente rentables.
5. Hacelo ya
No dilates más. Nunca vas a encontrar el tiempo perfecto, el producto perfecto o el servicio perfecto. Si está medianamente bien, pues… a volar! sobre la marcha lo vas mejorando, lo vas escalando, lo vas optimizando. No vaya a ser cosa que cuando tu producto o servicio ya esté a la «altura de tus exigencias» a nadie le importe o la posibilidad de negocio se evaporó.